miércoles, 9 de diciembre de 2009

LA PLAZA DE LEBU


La historia de nuestra ciudad recuerda que un 11 de enero de 1872, fue inaugurada y entregada a la comunidad de Lebu, la pila que desde ese día comenzó a adornar el centro de la plaza Vicuña Mackenna. Esta fue donada por el politico, historiador e intendente de Santiago. De esta manera quiso testimoniar su profundo afecto por esta naciente ciudad, a sólo diez años de su fundación.

La histórica pila está cumpliendo de esta manera 139 años de existencia, y su presencia ha sido fiel testigo del desarrollo floreciente de la ciudad.


Esta pila llega a Lebu cuando aún no se inauguraba incluso la plaza, hecho que ocurre cuatro años más tarde, o sea en 1876. Esta inauguración es tambien motivo de alegria para los pobladores de la época y se realiza a los acordes de una banda instrumental que es la primera cuya existencia se registra.


Cabe recordar que los terrenos que ocupa la hermosa plaza desde la época, son los mismos en que estuviera emplazado el Fuerte Varas años antes. Allí debió emparejarse el terreno y posteriormente delinear el cuadrante de dicha plaza. La gran cantidad de material que de allí se sacó como producto de estos movimientos de tierra fueron ocupados para rellenar las principales calles de la ciudad. Años después se le instaló el surtidor de agua a la pila y de esta manera se transformaba lentamente en el gran atractivo de la ciudad y lugar favorito de los enamorados de todos los tiempos.


En la memoria histórica de nuestra ciudad ha ido quedando el recuerdo de nuesros abuelos y padres, incluyendo nuestra propia vivencia de junventud en torno a esta reliquia histórica.


Allá por el año 1850, Benjamin Vicuña Mackenna formaba en Santiago una institución llamada "Sociedad de la Igualdad", y su primera preocupación en ese periodo fue siempre el hermoseamiento de lugares públicos. Es así como comienza a remoderlarlos y reforestarlos, como fue el caso del Cerro Santa Lucia, en la ciudad de Santiago. Durante su periodo más brillante como intendente, Vicuña Mackenna, recibe grandes donaciones en esculturas, orferbreria, y otras piezas escultóricas que él comienza a distribuir especialmente en el sur de Chile. La fuente de Lebu, habría estado en el listado de estas donaciones. También mi padre el historiador Alejandro Pizarro, aseguraba que dicha fuente tenía además una importancia adicional ya que fue como un homenaje a la bella mujer de Lebu. Más que una reliquia histórica, la pila o fuente de agua, ubicada hoy en el costado oeste de la plaza, fue y seguirá siendo el más fiel testigo de los últimos 139 años de historia de nuestra ciudad.


¿Cuantas generaciones habrán desfilado frente a ella?. Amores que ni el paso del tiempo puede borrar. Rostros que sus cristalinas aguas un día reflejaron con la lejana alegría de aquel entonces. En muchos de nosotros quedará aquel rostro que no está para mirarse en sus inquietas aguas, bajo el cieo azul de Lebu. Pero lo volveremos a ver en nuestras memorias, cuando los recuerdos vuelven junto a la fuente que nos vio nacer, donde el viento seguirá meciendo el verdor que siguen reflejando sus aguas y que conversando con el intenso azul del cielo, inventa nuevas siluetas de los que seguirán deteniendo su paso en sus orillas, haciendo una promesa de amor.




Publicado en Revista cultural "El Bote", n 57, Febrero, 2009.