viernes, 30 de noviembre de 2012

LEBU EN CHILE Y EL MUNDO

 

Al indagar la poesia que descubre a Lebu en toda la majestuosa belleza que posee encuentro entre otros, estos dos poemas de Rodrigo Verdugo Pizarro. El poema que transcribo en este articulo capta con nitidez y profundidad la esencia mas pura de la descripcion que el poeta Rodrigo Verdugo Pizarro recrea en este intenso y bello poema publicado en el libro "Sitio Publico", Edicion, Marzo 2005, por la Editorial Mago Editores, Santiago de Chile.
Vale destacar que este poema abrio el Ciclo "Antologia en Movimiento" que se llevò a efecto en la Fundacion Pablo Neruda y por coincidencia o azar, tal vez , Lebu es aqui doblemente destacado tambien por la poeta lebulense Elvira Hernandez en su elocuente mirada a esta tierra amada.

Momentos que quedaron registrados en el blog Tras la huella de lebu: www.traslahuelladelebu.blogspot.com


SEGUNDA EVOCACION          En memoria de Manuel Salgado Fritz
                                                     Que duerme mirando hacia el bosque


¿Sabes que el acantilado reluce como el unico destinatario"
¿Que alla la claridad entre las nubes tiene un desparramo de molusco?
Entra en ti mismo con olor a mar
Y despertaras viendo el amanecer darle su color a las cenizas.
Alli nos vemos com penumbras abismadas en busca de sus otras mitades
En las curtiembres, en las casa, en los hoteles.
Que otra cosa màs le podemos dejar a los dias que nuestros propios dias
Màs que un camino abierto por el silbido del muelle
Carbòn y carbòn camino a Boca lebu
Cantos de bocas lejanas que traen las olas
Olor a faenas mineras despues de las rocas.
Cielo hacia arriba, mar hacia abajo, hacia adentro
Descolgaron el espejo trizado y ha comenzado a llover
Ahora el silencio tiene un perfil de abismo
No hay bosque pero si esas raices que resuelven la hermandad de los relampagos
Pero si esos relampagos que mueren probandose nuestras heridas.
Escuchas otra vez, es ella la que camina entre las olas
Con el secreto que embriago a la nieve.
No hay pureza donde pueda caer la noche
Pero si las cuatro esquinas de la plaza
Una conversacion eterna entre pescadores y mineros que ahora entran en si mismos
Para despertar viendo crecer un espejo a la sombra de los rios
Nosotros mismos quizas veinte o treinta años antes o despues
Comprendiendo que solo podemos ser carbon al llegar a Lebu.

Entre la poesia de Rodrigo Verdugo Pizarro, publicada en España, se encuentra este poema surrealista dedicado a Lebu:


CASA DE HUESPEDES DE LEBU


Yo nunca he estado allí, o tal vez he estado muy cerca
pero sé que sus ventanas son ahogos de serpientes
fatal es mirar por ellas al atardecer.
Hubo una vez que dos lo hicieron
y vieron que sus propias muertes eran el orgasmo de los árboles.
Abajo estaba el mar, y sobre él, un limbo deshaciéndose
estaba esa transparencia, gracias a la cual sabemos que Dios se estremece.
Ellos miraron al atardecer,
--dos moluscos cauterizando la desesperación--
abajo estaba el mar y más bocas que buscaban
ir a parar a la boca eterna, gritar desde ella, llegar a la orilla,
todos esperarán los restos, todos creerán que se trata de un naufragio
entonces verán que a sus pies llegan piedras comunicantes.
«Estas piedras comunicantes se verán muy bien en las mesas», dicen.
«Harán juego como lo hacen las ventanas
con la transparencia que hay allá abajo», dicen.
Los últimos huéspedes fatalmente mirando por la ventana
viendo que en cada ceniza comienzan sus dominios
y no en esas paredes blancas,
en esos largos corredores que muy pronto abandonarán
para ir al encuentro de ese limbo, para volver de él
como dos moluscos, como dos piedras comunicantes.
El se sube sobre el cuerpo de ella, volviéndose un ahogo de serpiente
con el paso de la noche son una sola piel
y remolcan el hotel metafísico y enlutan las crispaciones cósmicas,
pero todo pasa tan rápido.
difícil es entonces ordenar el cuerpo en el amanecer desencadenado
si todavía quedan sustancias deseosas insinuando un doble abismo,
si aún no reaparece el guardián de la sal.
Sí, el hotel metafísico que muy pronto tuvieron que abandonar
porque la costumbre de vivir los fue llenando de superficies y de capas.
Yo nunca he estado allí o tal vez he estado muy cerca,
pero cuando dos vuelven del limbo o cuando van a él es tan rápido
como la caída al lavadero de oro, como dos amantes buscándose la boca eterna.
Yo nunca he estado ahí, pero siento a esos muertos y a sus ventanas difíciles
están mirando hacia el mar, recogen un poco de esa nieve ajusticiada,
nos la dejan en nuestras mesas, a la hora en que todos nos reunimos
sin poder mirar más allá de esa extensión que abarca el atardecer
cuando cae como demonio coagulado.
Hoy alguien llegó muy de madrugada, está durmiendo en la otra pieza
será el último huésped, habrá mirado.
Todos creeremos que se trata de un naufragio.
Sé que cuando abramos su puerta
sólo llegará a nuestros pies una súplica de carbón.


Rodrigo Verdugo: Nacio en Santiago de Chile el 9 de enero de 1977. Coeditor y articulista de la Revista Derrame. Miembro del Grupo Surrealista Derrame. Sub director de Ediciones Derrame. Sub director de la Revista Rayentru y Coeditor de la Revista Labios Menores. Se inició en el taller de Poesía "Isla Negra" dirigido por el poeta Edmundo Herrera desde 1922 a 1996 en la Sech. Su obra ha sido publicada en revistas y antologías chilenas y extranjeras siendo traducido parcialmente al Frances, Italiano, Portugués, Polaco y Árabe. En 2002 publica su primer libro "Nudos velados" Ed Derrame En 2005 participa en la exposición colectiva "Derrame cono sur o el viaje de los argonautas" en la Fundación Eugenio Granell (Santiago de Compostela, España) y obtiene el primer lugar en el concurso "Alas de poesía" organizado por la Asociación "Amigos de la poesía" (Monterrey. México). En 2008 participa en la exposición internacional de surrealismo "0 reverso do Olhar", en la Casa de la Cultura de Coimbra (Coimbra, Portugal) y en 2009 participa en la exposición internacional de surrealismo "Iluminacoes Descontinuas" en el Convento de San José, (Lagoa, Portugal).
Fuente:
PROMETEO
Revista Latinoamerica de Poesia
Numero 84-85. Julio de 2008.



Publicado en la Revista Cultural "El Bote", n 73, Octubre-Noviembre 2010, Lebu.