viernes, 22 de abril de 2016

ALEJANDRO PIZARRO SOTO Y GONZALO ROJAS PIZARRO, UN VINCULO SANGUINEO Y TRASCENDENTE





Poco, muy poco se ha hablado del parentesco y amistad entre Alejandro Pizarro Soto y Gonzalo Rojas Pizarro, ambos primos y como ya se sabe hijos ilustres de Lebu, En efecto Gonzalo Rojas Pizarro, es hijo de Juan Antonio Rojas y Celia Pizarro, hermana de Abraham Pizarro, padre de Alejandro Pizarro Soto, fijado entonces el parentesco, ambos comparten en su niñez ese arrebato por el paisaje que desde muy temprano les toca ver, nada mas ni nada menos que el paisaje de Lebu, particularmente el sector de Boca Lebu y su mar con roquerio sub-oceánico. La contemplación desde las horas primeras de vida de ambos de este mismo paisaje fecunda un sentido de pertenencia tan hondo, que cada uno por su parte, comienza una emocionada indagacion respecto a este paradisiaco escenario donde viven su niñez, o parte de ella (como es el caso de Gonzalo Rojas). Gonzalo Rojas como poeta comienza a poner atención en lo que sucedía con el viento y con el cielo, así es como una tarde apareció aquel “relámpago”, y mas que el espectáculo mismo de luz y sonido, lo que provoco un deslumbramiento en el fue escuchar por parte de una de sus hermanas justamente aquella palabra”relámpago”. Esa sola palabra provoca en él un primer acercamiento al milagro de la palabra poética, relámpago de los cielos de lebu, en medio de sacos de carbón y el alboroto de sus hermanos, data entonces de ahí la palabra quizás mas intensa que opero en Gonzalo Rojas, la palabra relámpago como portadora de toda la torrencialidad y fulguracion sureña, lebulense diríamos. Por su parte Alejandro Pizarro empieza a interesarse por el pasado de esta tierra, buscando restos arqueologicos o sus equivalentes en solitarias expediciones a los distintos cerros de Lebu, acompañado de un palo y de su querido perro. Mención aparte merece recordar el episodio en que ve en cierta ocasión a un hombre martillar unas maderas, este hombre carecía de algunos dedos, y ante la reiterada insistencia y curiosidad del pequeño Alejandro, este hombre ya mayor accede a conversar con el y a contarle su historia, era un veterano de la guerra de1879, lo que para el niño Alejandro fue mas que un hallazgo y regalo. De esta manera comienza Alejandro Pizarro a adorar e investigar la historia de su pueblo natal, con una devocion muy pocas veces vista. Con el correr de los años se encontraban Gonzalo Rojas y Alejandro Pizarro recorriendo el roquerio de Boca Lebu, Rojas saca un papel con un poema escrito hace algunos días se trababa de uno de los poemas del libro “Contra la muerte”, concretamente ”Oscuridad hermosa” al leerlo contra el fuerte viento, el manuscrito escapa de las manos del poeta, pero es Alejandro Pizarro quien lo logra rescatar, no solo para Gonzalo Rojas sino para la historia de la poesía chilena, causando esto un gran alivio para el poeta. Debo también mencionar las innumerables ocasiones en que Gonzalo Rojas visitaba a mi padre en su departamento de calle Paris con San Francisco, en pleno centro de Santiago, casi al frente de la Biblioteca Nacional. Allí acompañados de un toca discos, y en plena terraza, bebían vasos de whisky, mientras Gonzalo Rojas relataba las anécdotas de sus primeros viajes a Europa. Tampoco se pueden olvidar las regadas e inolvidables veladas que tuvieron estos primos en casa de Alejandro en la calle Aviador Acevedo de la comuna de Conchali, veladas donde la historia y la poesía se mezclaban y que muchas veces incluía a otros comensales como el poeta Ronnie Muñoz, etc.

Gonzalo Rojas en su poema materia de testamento, del libro homónimo incluye en una de las estrofas una mención al padre de Alejandro Pizarro, Don Abraham Pizarro. Cito: “Al asma de Abraham Pizarro, aunque no se me entienda un tren de humo”.

De esta manera se sella y confirma el pasado del poeta y su reiteración genealógica con la familia Pizarro y con Lebu. Otro hecho importante se dio con motivo de la segunda edición del libro “Lebu de la leufumapu a su centenario” allí aparece un juicio crítico de Gonzalo Rojas sobre la obra de Alejandro Pizarro, el cual cito:

“Como escritor chileno, reconozco en él no soló la erudición y la fidelidad, sino la plasmaciòn de admirable registro. No es frecuente la fluidez y la vivacidad literaria en dialogo con el rigor”.

Estos hechos que he mencionado son para aportar e enriquecer la biografía de estos dos primos e hijos ilustres de Lebu, Gonzalo Rojas Pizarro y Alejandro Pizarro Soto para qué nosotros como lectores sepamos mas de sus vidas y como cada uno en su área logran insertar a Lebu dentro por una parte del panorama mas exigente de la poesía hispano americana y por otro lado en la historiografia nacional Al convertir a Lebu en un pueblo con historia escrita, como pocos pueblos la tienen.



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