martes, 13 de mayo de 2014

TATIANA OLAVARRIA UNA VOZ IMPORTANTE EN LA POESIA CHILENA




La primera vez que escuche a la poeta Tatiana Olavarria fue el año 1992 en un recital del taller de poesía “Isla Negra” dirigido por el poeta Edmundo Herrera en la Sociedad de Escritores de Chile. Por ese entonces en cada recital se repartían trípticos con los textos de los poetas, y recuerdo que allí venia un poema de Tatiana Olavarria que releí muchas veces y el cual pertenecía a su libro “Andenes de cielo y tierra”. Su poesía capta en forma fina, erótica y mágica y trascendente los enigmas de la mujer, a través de símbolos que resaltan siempre la condición femenina como sacerdotisa, maga, amante pero también como mujer de todos los días, que lucha, que reclama un lugar mas preferente en esta sociedad. Al poco tiempo de leer estos poemas tuve la oportunidad y el honor de conocer también a aquel ser que estaba detrás de esos poemas y me encontré con una mujer excepcional, de dimensiones espirituales únicas y de un sentido de humanidad formidables. Tatiana Olavarria no solo es una gran e importante poeta chilena sino además una gran mujer, con ética, compromiso y amor por la humanidad. Si nos referimos a su actividad profesional destacamos que Tatiana Olavarria (Chile, 1949) fue profesora normalista, y gerontóloga, pero sin duda su legado y la esencia de su ser esta en la actividad cultural, podremos decir también que en su vasta trayectoria literaria destaca inmediatamente su incansable labor en la Sociedad de Escritores de Chile, donde actualmente es directora del taller literario “El Caleuche”. También ha participado en numerosos encuentros de escritores, Ferias del libro, Mesas de discusión sobre Cultura y  Literatura, etc, además del señero rol cultural que ha cumplido por largos años, en la comuna de Ñuñoa, (donde reside actualmente) y por si fuera poco la amplia actividad que ha desarrollado en otros organismos culturales como directora de talleres literarios, jurado en concursos, e impulsora y compiladora de antologías de poetas emergentes, como lo fue  la antología “Desatados Soles” publicada por la Municipalidad de Ñuñoa en 1995. Además de poeta, Tatiana Olavarria es pintora y artesana y en todas estas expresiones artísticas se conjugan los rasgos de su obra poética. Otro aspecto importante es que ha recorrido nuestro país de norte a sur, y ha sido invitada a varios países latinoamericanos, destacando su reciente visita al estado de Chiapas en México. Sus textos también han sido incluidos en diversas revistas y antologías de Chile, Perú, México, Argentina, Brasil y Alemania. Su obra poética esta compuesta por las sgtes obras; “Andenes de cielo y tierra”, “Poemas”, y “Estaciones del paraíso”. Pero no podemos hablar de esta gran y maravillosa poeta sin transcribir algunos de sus textos. Sea esta breve crónica un homenaje muy personal y un gesto de admiración hacia la poeta Tatiana Olavarria Araya, a quien la poesía chilena y la cultura chilena le deben un gran homenaje.


AHUYENTAMOS LA MUERTE

Un gallo aletea
al noreste anular
de tu sangre estrangulada;
recoges mi corazón
pendiente abajo
y nos vamos gozosos,
impuros,
alborotados
temblando
sollozantes,
sin ritos
ni misterios
ahuyentamos
la muerte.

 
SEDIENTA BOCA ABIERTA A LA LLOVIZNA

Peces deshojados
resbalan
por el arcoiris del sol
hasta mi lengua.


ESTRELLAS

El cielo
es el manto
acribillado
de la Tierra.
Por los agujeros
veo la luz
del Universo.

Publicado en Revista Cultural "El Bote", n 90, Agosto, 2012, Lebu.

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