martes, 13 de mayo de 2014

ENTREVISTA A RAÙL HERMOSILLA HANNE





Durante el año 2011, entreviste vía telefónica al historiador Raúl Hermosilla Hanne, quien cedió gentilmente esta entrevista desde su residencia en Valdivia. Raúl Hermosilla Hanne, nace en Lebu el 22 de septiembre de 1927, es hijo de don David Hermosilla Guerra y Doña Emma Hanne Ellwanger, ambos nacidos también en Lebu. Sus estudios primarios los realizo en el Colegio Alemán de Valparaíso, en el Internado de los Hermanos Maristas de Quillota, y el Instituto Nacional. Posteriormente cursa las Carreras de Derecho y Economía.
Desempeño diversos cargos, entre ellos Director de estadística del Consejo Nacional de Comercio Exterior. Fue columnista de los diarios: “La Tercera”, “La Época”, “Austral de Valdivia” y “Llanquihue”. En 2001 integro el equipo fundador de la Revista Electrónica  “Despierta Chile”. En 1998 fue investido como Miembro de número de la Academia de Historia Militar, producto de sus publicaciones de prensa en la especialidad de historia militar. En 2001 publico su primer libro: “La Dura, y la verdad sobre el 11 de septiembre y el gobierno militar”. Y el 2006 publica:“El Caso Celco”. 
A continuación reproducimos la primera parte de esta entrevista la que en números siguientes seguiremos entregando, en donde Raúl Hermosilla Hanne aborda interesantes aspectos de su infancia y de su historia familiar, ligada siempre al pasado de Lebu.  Raúl Hermosilla Hanne falleció en la ciudad de Valdivia el 18 de octubre del 2012.  

PP: Conversando muchas veces con mi padre el historiador Alejandro Pizarro Soto, él me decía que la verdad es que hubo gente muy feliz durante el periodo de la “Belle Epoque”, época que te toco vivir a ti a y a mi padre en Lebu, de esa época solo quedan los recuerdos, no existe ninguna maqueta que recuerde lo que se vivía en época, yo alcance a ver algunos vestigios  de algunas casonas de madera de pellín que estaban absolutamente abandonadas, me parece impresionante lo que yo he leído en diarios como “El Araucano” por ejemplo, respecto de toda esa época.

RH: Yo en realidad no viví mucho esa época, porque yo me fui de Lebu muy niño, después volví en los veranos, pero a pesar de no haberlo vivido mucho lo conozco muy bien porque mis hermanos mayores vivieron y siempre converse mucho con mi padre y mi madre, con mi tío en fin, así que tengo bien claro lo que tú estas diciendo.

PP: Esa transmisión oral quizás sea la más fuerte, porque a ti te toco la misma experiencia que a mi padre, él sale el año 1940, el nace el año 1923, pero sale el año 1940, sale en plena adolescencia, pero vuelve, siempre vuelvo en un eterno retorno de viajero, la misma experiencia que tuviste tú. Ahora y respecto del rio, tu familia deja un testimonio importante hasta los días de hoy.

RH: Claro, mira Guillermo Hanne, él estableció ahí una quinta muy bonita y muy famosa que se llamó “El rosal”, precisamente, esa era la casa más bonita que hubo ahí, tenia quintas, tenia muy bonitos jardines, era un hombre de muy buena situación económica, trabaja bien entonces se dedicaba mucho al “Rosal”, que era una cosa que era su cosa preferida, así que yo el recuerdo que tengo de El Rosal es de una casa muy preciosa, la quinta, el rio, las marranas, es decir en cierto modo todo eso lo viví aunque no permanentemente Ahora del Rosal te puedo contar como historiador algo tal vez mas interesante, que las vivencias románticas de un niño, de un adolescente, como el pololeo o cosas por el estilo y es lo siguiente, que es una cosa muy poco conocida. Al regreso de la independencia se refugiaron en “El rosal” unos patriotas (en ese momento “El Rosal” estaba en manos de las monjas trinitarias)

PP: Las monjas trinitarias, las mismas que estuvieron para esa peste famoso allí en el lazareto

RH: Claro, entonces ahí se fundieron los candelabros y se imprimieron, se hicieron unas monedas, no oficiales, pero como necesitaban dinero fundieron todos los candelabros de estas monjitas que ellas los aportaron e hicieron unas monedas que acuñaron como pudieron, estas se llamaron las monedas trinitarias precisamente por el origen de las monjas y tienen un valor enorme las pocas monedas que hay, hay dos o tres no mas, tienen un valor enorme porque son piezas de colección, buenos esas fueron acuñadas en el Rosal. Ese fue el gran aporte histórico del Rosal.

PP: Por supuesto, es un dato muy poco conocido. Eso quedo reflejado en esas monedas acuñadas, y eso permanecerá ahí por siempre. Que interesante seria seguirle la huella a una de estas monedas, para que pudiese ser parte del Instituto Histórico.

RH: Mira hace bastante tiempo que yo le perdí la pista a algo que quedo en el Diario “El Sur”, en su oportunidad, te estoy hablando de muchos años atrás, y la verdad es que yo no soy coleccionista de monedas, nunca tuve oportunidad no el dinero tampoco para comprar una de estas monedas de colección, pero te digo existen esas monedas, lo principal es que se acuñaron en el Rosal, en la quinta que después fue de mi abuelo, ya que esto sucedió antes.

PP: Ahí ustedes están relacionados con la historia, y siguen estando relacionados con la historia, puesto que el puente también tiene que ver con ustedes, no.

RH: Cuando a mi padre lo nombraron intendente allá, entonces el obtuvo los fondos para dos obras principales la construcción del puente y el ferrocarril. Ahora para el puente, se construyo un puente que un principio la gente habla de él como un puente para pasar los “finaitos pal otro lado”. Ahora lo que pasa es que eso era parte de un proyecto en que el camino a Cañete, que diseño, no mi padre que era abogado, no era arquitecto ni ingeniero, pero él promovió que se diseñara esto, que era de llegar de Concepción, por Laraquete, Arauco, Lebu y de ahí a Cañete, y después esto, cuando el ya dejo esto, cambio el gobierno, se hizo entonces el camino por Curanilahue a Cañete. Esto significo el comienzo del abandono de Lebu. Para eso se hizo el puente, no para pasar a los “finaitos”. Pero se hizo el puente como parte de un proyecto que después no se realizo. Eso era previendo que si no se hacia el transito para Cañete, Los ángeles en fin, todas esas localidades, por Lebu, Lebu iba a quedar alejado.

PP: Yo hago alusión a que ustedes están vinculados totalmente a la historia, primero lo de las monedas trinitarias, luego el puente, después viene el traslado de los cañones de Lebu al Palacio de La Moneda que también tiene que ver con ustedes.

RH: Eso se los llevo Manuel Suazo, (el hombre de confianza de mi tío ministro) primero de regalo al palacio oficial de ferrocarriles, cuando no se pudo ahí, porque es muy chico para eso, ahí quedaron los cañones, después cuando nombraron ministro a mi padre, llegó a Santiago una mañana con los cañones, uno arriba de cada cañón, se los llevaba de regalo a él para que los pusiera en el patio de la casa., de ahí lo que hizo él fue derivar los cañones a la Moneda y los puso en el patio que se llama “El patio de los cañones”.  
      

Publicado en Revista Cultural "El Bote", n 97, Marzo, 2013, Lebu.         
    


    


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Este comentario tiene como destinatario a Raúl Hermosilla Hanne :
David Hermosilla Guerra, por su militancia en el radicalismo, sus vínculos personales con quién iba a ser presidente de Chile, me refiero a Juan A. Ríos; la oportunidad con que asume el cargo de Ministro del Interior (año 1930,aprox.)y su desempeño en él, demuestran que David Hermosilla Guerra ,fue un precursor de los futuros gobiernos radicales, que cambiaron para siempre a nuestro país.

Unknown dijo...

Lindos recuerdos de El Rosal, mi padre Manuel Montti Hanne, primo de Raúl Hemosilla Hanne, nos contaba de los lindos veranos que pasaban, junto a sus hermanos y primos, en El Rosal, propiedad de mi bisabuelo don Guillermo Hanne

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