martes, 13 de mayo de 2014

RECUERDO DEL ANGAMOS CONSTRUCCIÒN DEL MONOLITO FRENTE A LA PUNTA CHIMPEL


Con motivo del octogésimo cuarto aniversario del histórico hundimiento del transporte “Angamos” de la Armada de Chile, se llevara a efecto la ceremonia habitual, para honrar la memoria de nuestros valientes marinos que perdieron su vida, en medio de este brutal naufragio. La capitanía de Puerto de nuestra ciudad dignifica la memoria del Capitán del malogrado buque Ismael Suarez Maldonado, nombre que encabeza este gran recuerdo entre nosotros y que lo tenemos presente en el nombre de nuestra honorable y querida Capitanía, preocupada frente al leal compromiso del bien público y el rescate de nuestro patrimonio histórico que enaltece profundamente el espíritu de todos quienes colaboramos en este rescate. Indiscutiblemente es mi deber destacar la extraordinaria y valiosa gestión que ha desarrollado en Lebu, en su calidad de Capitán de Puerto, el Teniente Eduardo Letelier Vidal, quien a mi juicio ha sido el gran gestor cultural que ha comenzado a cambiar en muchos aspectos el rostro de Lebu. Su incesante espíritu de colaboración con nuestra querida ciudad, hoy lo enfrenta a un nuevo desafío, tal vez el mas postergado, pero también el mas necesario frente a nuestra historia de naufragios en la zona y es la construcción de un santuario en el lugar histórico en medio de la playa, donde hace exactamente ochenta y cuatro años, el mar entrego los cuerpos de este lamentable desastre marítimo, hecho que ocurría en la madrugada del martes 7 de julio de 1928. El Teniente Eduardo Letelier Vidal señala que el propósito es: “Contar con las condiciones climáticas favorables para empezar de inmediato a construir un nuevo monolito con forma de obelisco con una base de 1 m2 y 1,5 mts. de alto de color blanco con una bandera Chilena pintada en uno de sus costados frente al mar y con una inscripción escrita en el que se hace un homenaje a quienes perdieron sus vidas en ese santuario natural". El mundo de la cultura de Lebu, se enorgullece frente a estos actos que representan este fuerte amor y entrega frente a nuestra historia local, la cual esta plagada de hechos de profunda importancia que una vez más testimonian lo que mi padre dijo un día en su gran obra:”Lebu, de la leufumapu a su centenario”, que cada rincón de Lebu es un gran escenario para la historia. Celebramos pues así este nuevo registro que quedara anclado en nuestra ilustre historia local que es nuestro orgullo y especialmente en esta ocasión en que recordamos que la original población de Lebu, comenzó precisamente en torno a su mar. He rescatado entre las letras chilenas este antiguo poema de Samuel Antonio Lillo:

LA TUMBA DEL MARINO

Dejaron su cuerpo en la borda del puente
Envuelto en un lienzo, desnuda la frente;
Un viejo marino doblo la rodilla
Y alzo una plegaria muy tierna y sencilla;
 Un trozo de hierro a un extremo le ataron     
Y el fardo a las olas hambrientas echaron:
Salto con un golpe la pálida espuma
Y como una lluvia perdiose en la bruma,
Y en tanto que el barco seguía hacia el puerto,
Bajaba al abismo lentamente el muerto.

Su lecho es el fondo del limpido océano
El mar de quien siempre fue amigo y hermano;
Allí do el abismo sus ondas dilata
Su frente acarician los peces de plata,
Y yace callado tendido en la hondura
Con los ojos fijos mirando a la altura
Y ve sus antiguos fieles compañeros
Pasar en sus caros y raudos veleros
Que cruzan, llevados del viento que zumba,
Como aves enormes por sobre tu tumba.


Publicado en Revista Cultural "El Bote", n 88, Junio, 2012, Lebu.













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